Hay dÃas en los que me pongo a pensar en el mar y en su vasto territorio ocupado por la contaminación y me dejo llevar siempre por los condicionantes del ser humano para no querer ensuciar el medio en el que viven y se desenvuelven. La limpieza es algo que hoy en dÃa es necesario, no solo durante el verano para cuidar de nuestras playas, sino también durante todo el año para no alterar la vida ecológica de nuestro hábitat natural.
A veces me pregunto si las personas son realmente conscientes de lo que hacen cuando tiran basura al mar. Como si fuera una parte de nuestra higiene conviene también recordar que el cuidado biológico del medio ambiente es una necesidad social y natural de la evolución y adaptación de las especies en la cadena trófica.
La acción del ser humano sobre el medio ambiente es harto criticable, pero de nada sirve que nos quedemos en las palabras y no pongamos remedio y solución a nuestras obras cuestionables. El apasionamiento por la ecologÃa debiera empezar ya en nuestras casas con el reciclaje y la separación de las sustancias orgánicas e inorgánicas. Lo mismo pasa con los medicamentos que se llevan al punto sigre de nuestras farmacias y a los electrodomésticos que se vacÃan en los puntos limpios.
Por nuestra parte, hallamos siempre necesario el hecho de que la limpieza forme parte de nuestros hábitos y de nuestras rutinas. El tener que recoger una botella de cola en una playa –no como obligación sino como vocación– no solo indica nuestro grado de consciencia en el problema de la contaminación sino también nuestro compromiso con el medio ambiente radical y libre. Al fin y al cabo estamos en el mundo que es también nuestra casa.
Moisés Castro, colaborador del CRPL Los Chopos