Soy usuaria del Centro de Apem Carballo. Mi vida fue dura, con muchos obstáculos. Iba muy mal cuando se “llevaron“ a los míos, lo que más quería; sola, vacía, con rabia, y con dolor, mucho dolor, todo puertas y ventanas cerradas, decidí que ya no podía mas, pero llegó un día que no se abrió una ventana sino una puerta de par en par: Apem. Es gente implicada en su trabajo, que te ayuda, que te tiende la mano cuando “caes”. Esa puerta no se cierra, sabes que no estás sola, esas manos amigas son tu nueva “familia”.
La enfermedad mental es muy difícil de entender. Abrir puertas, un día nos toca, todos necesitamos apoyo, implicación, colaboración. Pensar que Apem somos todos….un abrazo es el mejor consuelo… la mejor terapia. Gracias a los fundadores de Apem y a los colaboradores, Gracias a mis “manos amigas “de Apem Carballo.
Berta Taibo Ferro. Colaboradora C.R.P.L. Carballo.
