El amor se va y viene con continuos relámpagos.
Como el mar y las olas.
Un beso atormentado; de fuerte brisa al despertar.
Tus luceros son brillantes.
Como un juego de rostro, en el espejo a la mar.
Se refleja en tu camino.
Y el destino de cariño.
Con la cola del paisaje, y el suspiro al hablar.
De aquà a un año, y a un tiempo, las relaciones se cruzarán,
como un muérdago en Navidad.
Tranquilizando con caricias, de tu cara a la mÃa.
El matrimonio es la baraja,
como la suerte al camino.
Amarte por nada a cambio, como olas en lucha al pasar.
Llevemos más lejos las tentaciones de picardÃa, y los nervios a la mar.
Se van antes como tú; reflejado a la orilla del mar.
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Verónica Rey DomÃnguez, colaboradora del CRPL A Coruña-Chopos