Yo tengo una enfermedad que consiste en gran parte en realizar conductas de evitación. Una de las fundamentales cosos que evito es que la gente sepa “demasiado” de mí. Para mi desgracia lo que más me interesa ocultar es todo lo referido a los sentimientos.
Esta conducta patológica evidentemente me ha salido muy cara, pero tenía y sigo teniendo la esperanza de controlar tanto mi lenguaje verbal como el no verbal y que en caso necesario yo pudiera dejar de comunicar, que la persona con la que estuviera hablando no pudiera extraer ninguna información sobre mí.
Resulta que, por consejo de la Psicóloga de APEM he leído parte de un libro titulado “Teoria de la Comunicación Humana”, -este libro en uno de sus primeros capítulos dice alto y claro que lo que yo busco es un imposible. La siguiente cita de este libro es en su apartado 2º donde ilustra lo que quiero decir “….Ahora bien si se acepta que toda conducta en una situación de interacción tiene un valor de mensaje, es decir, es comunicación, se deduce que por mucho que uno lo intente, no puede dejar de comunicar”.
Juan José Pallas Aldao, participante CRPL Carballo